El primero en intervenir fue Javier Solana, quien destacó el papel mediador y catalizador de D. Juan Carlos I, cuya intervención ha sido clave en muchos de los grandes acontecimientos de la historia reciente de España. Solana destacó el establecimiento de relaciones diplomáticas con Israel en el año 1986, la entrada en la Unión Europa y la OTAN, el éxito de la Exposición Universal de Sevilla, los Juegos Olímpicos de Barcelona y la II Cumbre Iberoamericana, entre otros.
Josep Piqué enfatizó la capacidad de enorme adaptación en política exterior de la Corona a la continua evolución del mundo, de Europa y de España. “En esta adaptación ayudaba el carácter del Rey. Si tuviera que definirle con una palabra, diría que es la persona más intuitiva que conozco”, afirmó.
Miguel Ángel Moratinos, por su parte, quiso reconocer el legado que el Rey ha dejado, comparando la situación en la que se encontraba el país cuando subió al trono en 1975 y cuando abdicó en 2014. En cuanto a política exterior, considera tan importante la labor mediadora del Monarca que, según Moratinos, fue gracias a él y tras un almuerzo en 2010 con Barack Obama, que empezó el proceso de normalización entre Cuba y Estados Unidos. Una influencia positiva que llega también hasta las empresas privadas: “El IBEX 35 tendría que hacerle la ola a Su Majestad el Rey”.
Finalmente, José Manuel García-Margallo destacó la aportación del Rey en su buena relación con Estados Unidos gracias a una reunión con Hillary Clinton en 2011: “La reunión no empezó bien ya que Clinton planteó la posibilidad de retirar las bases de Morón y Rota, lo que hubiera cambiado la geoestrategia española. Llamó el Rey, se lo pasé a Hillary y a partir de ahí, nos hicimos muy buenos amigos y aquello funcionó”, aseguró.
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