La interconexión eléctrica subterránea entre España y Francia es una infraestructura pionera en el mundo que sirve de ejemplo de colaboración energética entre ambos países. Ha sido declarada de interés europeo, ya que permite ampliar la capacidad de intercambio de electricidad.
El acuerdo para su construcción fue firmado en 2008 entre la Red Eléctrica de España (REE) y Réseau de Transport d’Électricité (RTE).
Se destinó para ello un presupuesto total de 700 millones de euros. Para su ejecución se contó con financiación de 225 millones de euros en el marco del programa europeo EEPR (European Energy Programme for Recovery). Por otro lado, 350 millones de euros fueron concedidos a RTE y REE por parte del Banco Europeo de Inversiones (BEI).
La interconexión tiene un recorrido de 64,5 kilómetros. Desde los municipios de Santa Llogaia, cerca de Figueres por el lado de España hasta Baixas, próximo a Perpiñán, perteneciente a Francia.
Las características principales por las que destaca este proyecto son:
- Duplica la capacidad de intercambio, de 1.400 a 2.800 megavatios (MW).
- Mejorar la calidad del suministro.
- Garantiza el suministro eléctrico necesario para el funcionamiento del tren de alta velocidad de España.
- Integra un mayor volumen de energía renovable en la red.
Nueva interconexión eléctrica subterránea entre España y Francia: golfo de Bizkaia
La nueva interconexión eléctrica conectará Gatika (Bilbao) con Cubnezais (norte de Burdeos). El trazado tendrá una longitud aproximada de 280 km desde la costa vasca hasta la costa francesa de Médoc. Estará compuesta por cuatro cables, dos por cada enlace para transformar la corriente continua en alterna, que se conectará a la red de transporte energético de ambos países.
El responsable del proyecto es INELFE, la empresa creada por Red Eléctrica de España y Réseau de Transport d’Electricité. Se decidió construir esta nueva interconexión para aumentar el volumen de intercambio de energía eléctrica entre la península Ibérica y el resto de Europa.
Los objetivos por cumplir en el marco de la Unión Europea son:
- Alcanzar los objetivos de descarbonización.
- Luchar contra el cambio climático.
- Garantizar una energía asequible, segura y sostenible.
El proyecto comenzó entre 2017 y 2018 realizando las primeras consultas. Desde 2018 hasta 2020 se realizó el estudio de impacto e información pública. Para posteriormente, solicitar las autorizaciones técnicas. Actualmente y hasta 2024 se está realizando el suministro y la construcción. Se espera que entre 2024 y 2025 se realicen las pruebas de funcionamiento y se ponga en marcha.
Interconexión por debajo de la Unión Europea
Aunque la primera interconexión eléctrica entre España y Francia aumentó la capacidad de producción, aún se sitúa por debajo de lo establecido por la Unión Europea.
España amplió su capacidad comercial de intercambio de los 1.400 MW hasta los 2.800 MW, pero el mínimo europeo se sitúa en 10.000 MW. Lo que coloca a España como el único país de Europa continental con una capacidad por debajo de la mínima.
Para 2020 las interconexiones de los estados miembros de la UE debían ser de un 10% de la potencia instalada y, el 15% para 2030. Cifra que España todavía no ha alcanzado.
Con la nueva interconexión a través del golfo de Bizkaia la capacidad de intercambio mejorará. De 2.800 MW hasta 5.000 MW, lo que sigue siendo insuficiente según lo indicado por la UE.
Por ello, es necesario seguir creando nuevas interconexiones. En este sentido están pendientes de aprobación el enlace de España con Portugal a través de Galicia, y una nueva conexión con Andorra.